Hace ya casi 55 años que James Bond se coló en las pantallas de todos los cines. El 2 de octubre de 1962 se estrenaba “Dr. No”, la primera película de la que se convertiría en una de las sagas más largas del cine y con uno de los personajes más icónicos. James Bond, el conocido como agente 007, desprende clase, elegancia, ingenio y sofisticación. Incluso hoy, más de medio siglo después, sigue siendo un icono del cine de acción, característico, además por el glamour y atractivo de sus decorados.
El agente inglés, amante de los coches, los hoteles y casinos y el vesper, “martini seco con vodka, agitado, no removido” (por supuesto), vive todas sus aventuras en unos escenarios de ensueño, caracterizados por el uso de la perspectiva y las formas geométricas, así como de colores oscuros, acabados en oro y metal y mobiliario de un claro estilo Mid Century.
Ya sea Sean Connery, Roger Moore, Pierce Brosnan o Daniel Craig, lo cierto es que el letal agente de la Corona Británica siempre busca a los villanos más villanos y se rodea de todo el lujo y elegancia posible. Desde el primer film, se define claramente la estética que rodeará al héroe, siempre vestido de etiqueta y montado en su Aston Martin.
Incluso se dice que, en ocasiones, esos decorados roban el protagonismo a Bond y sus súper villanos. Un claro ejemplo se aprecia en el film de 1964 James Bond contra Goldfinger. Ken Adam, que ya había sido el encargado de diseñar el decorado para “Dr. No”, deja a todos boquiabiertos con la habitación en la que Auric Goldfinger, su antagonista en este film y que da nombre a la cinta, se reúne con varios de sus socios.
Una gran habitación, decorada con revestimientos, suelos de madera y grandes ventanales, que combinan con la piedra y el metal de la chimenea, situada en un nivel más elevado, coronando la estancia a la perfección. De hecho, Ken Adam participó en alguna película más de la saga, como Operación Trueno (Thunderball, 1965), Sólo se vive dos veces (You only live twice (1967), Diamantes para la eternidad (Diamonds are forever, 1971), La espía que me amó (The spy who loved me, 1977) y Moonraker (1979). Vamos, todo un experto en la estética James Bond.
Y es que este estilo James Bond, con marcados toques de la tendencia Mid Century, lo pudimos ver en las ferias ISaloni y Casa Decor 2017. En ambas, apreciamos una marcada disposición de los diseñadores por las formas geométricas, los colores oscuros para el mobiliario y el uso de acabados metalizados y áureos. También la forma Boca do Lobo cuenta entre sus creaciones con piezas que bien podrían formar parte de un decorado de cualquiera de las películas de Bond. Te invitamos a que te des un paseo por su web y descubras sus exclusivos diseño. ¿Te gusta este tipo de decoración? Cuéntanos tus ideas.