Los bancos coloniales son perfectos tanto para decorar un rincón diáfano de la casa, como para almacenar lo que no queremos que se vea (zapatos, ropa de cama, etcétera) o para ayudarnos a desvestirnos al llegar a casa después de una larga jornada. ¿Belleza o funcionalidad? Por suerte, los bancos coloniales ofrecen las dos cosas con la ventaja añadida de que apenas ocupan espacio.