El Microcemento es una capa cementícea (normalmente unos pocos mm de espesor) que permite su aplicación en suelos y paredes (y demás superficies) haciendo que estas adquieran una dureza similar a la proporcionada por el cemento, pero sin tener esos acabados tan “brutos”. Su creación se basa en la mezcla de unos componentes, que facilitan el añadido de tintes colorantes, permitiendo obtener una amplia gama de acabados (además de poder elegir entre brillo y mate).
El mantenimiento y la limpieza es muy sencilla. Sólo vamos a necesitar un un limpiador neutro (como los que usamos para los suelos de madera) ya que estos alargan la vida útil de los barnices, selladores o ceras que usan en su protección. Luego cada dos o tres años podemos usar algún producto profesional para dejarlo como el primer día.